28 febrero 2017

Lecturas de febrero de 2017

Bajo la misma estrella
Este lo leí bajo la recomendación de Jorge (compañero de trabajo) y bien, una historia atípica que se agradece, momentos buenos... otros no tanto, un libro lleno de ironías y de un humor a ratos absurdo y atípico que pudo mantenerme interesada en cada uno de mis viajes en el metro.

Saga: Cincuenta sombras

Siempre he dicho que no se puede criticar lo que no se conoce y, harta de los comentarios de algunas personas, pues bien: a leer.
¿Qué me encontré? pues... algunos diálogos repetitivos, no entiendo cómo es que habiendo tanto libro (de este género) mejores (entiéndase: bien escritos) eligieron esta saga para hacer películas sobre ellos y que, si bien respeto toda clase de gustos literarios (por algo hay toda clase de libros), estos están en la lista que no recomendaría.
¿Qué rescato? pues bien no son libros que aburran, lo cual, para mí, es un requisito indispensable de cualquier cosa que lea (desde historietas hasta informes), así que, al menos ganarán puntos por eso.

24 febrero 2017

¡Kindle!

Cuando lees tantos libros (y/o los corriges) como yo, en verdad el bolsillo sufre al pasar cerca de librerías (sin contar a mi hija, recuerdo bien a ella gastarse el equivalente de un sueldo sólo en libros). Así que, visto esta situación y el estado de mi hombro, decidí adquirir uno y ¡estoy encantada!
Para empezar, como tengo la costumbre de ir leyendo por donde voy (transporte público incluido), es todo un alivio ir cargando menos peso, ya si hablamos de lo convenientes que son los precios de libros digitales versus los libros de papel y la facilidad que existe en conseguir libros que no llegan al país ¡pues no tiene pérdida!

08 febrero 2017

Filiación

En Chile la filiación es un derecho obligatorio, o al menos eso se supone, todos deberíamos tener padres... o sólo madre que sea. Y bueno, salvo casos especiales, esto es lo más común en el país.
No fue mi caso.
Para mí fue un poco diferente, por esas cosas de la vida, mis padres (adoptivos) nunca pudieron terminar los trámites y es así como me pasé 35 años de mi vida: siendo hija de nadie.
Esto ha generado en mi vida un sin número de problemas e interrogatorios, que si soy una guacha, que si no puedo confirmar mi RUT en páginas del gobierno por no poder indicar RUT de mis padres, que si a mí me pasa algo mi hija no tiene más parientes legales, etc... al final fue una lucha que he llevado desde que soy mayor de edad.
Sé que es sólo un papel, pero para mí siempre fue importante ese papel, sentir que pertenezco a un grupo o lo que sea y hoy, 35 años después ¡por fin soy hija legal!
Veo el papel y lo quiero enmarcar. Creo que es hora de celebrar.